sábado, 7 de noviembre de 2015

Yo ya he muerto mil veces,
y volveré a morir otra mil 
he muerto entre las flores y cipreses,
en mayo y en diciembre y en el mes de abril,
bajo un árbol, en la húmeda arena,
bajo el rayo del sol y sin gloria ni pena.

Pero habré de volver entre flores, 
entre las praderas multicolores...

Volveré como un ave, quizá como un pez,
como un rana o un ciervo, quizá un ciempiés...

Y aunque así retome, tan adolorido
a un mundo de penas, nunca redimido,
templaré mi flecha, clamaré al cielo 
y haré que se renueve mi anhelo
de matar la maldad y el encono
de olvidar la malicia, el odio y el celo.

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